Ayer estuvimos de paseo por la costa de los Jameos del Agua, donde los surfistas cogen olas, pero no estaba el día para ello; de repente escuché un ruido sordo y una explosión de agua casi simultáneamente. Aquí está la secuencia de esa “rociadura de agua pulverizada” como dice D. Agustín Pallarés cuando define Los Hervideros en su diccionario de topónimos de Lanzarote: “… con unos divertículos intercomunicados, en los que al entrar las olas enfurecidas despiden hacia fuera grandes rociaduras de agua pulverizada dando la impresión de que está hirviendo, de donde el nombre…”. En este caso no había olas enfurecidas, pero la fuerza del agua al salir de esos huecos formaba ese efecto que aparece en las fotos.