Partimos desde la Plaza y seguimos por la calle Rincón de Aganada, que nos lleva a nuestro destino al borde del Risco de Famara. Antes de salir del pueblo nos llamó la atención un jardín de flora autóctona en el borde del barranco. Su propietario nos invitó a pasar y estuvo contándonos el proceso de restauración de la casa y el diseño del jardín.
David Riebold y su esposa son los que han construido su sueño durante los treinta años que llevan en la isla. Más información en su página web.
Nos despedimos de este amable señor y continuamos el paseo.
De repente vemos el mar delante de nosotros…
…y unas vistas impresionantes de La Caleta de Famara.
Subimos un poco más…
… y aparece casi toda La isla de la Graciosa, la isla de Montaña Clara y la isla de Alegranza al fondo.
Continuamos por el camino, que llega hasta el Valle de Malpaso.
Pero justo al pasar la granja nos desviamos por un sendero que lleva directo al pueblo.
Regresamos a la Plaza León y Castillo donde nos refrescamos con unas cañitas en “El Rincón de Quino”.