Dejamos el coche en los aparcamientos que se encuentran pasando las salinas abandonadas, en la avenida del Charco de la Pared, y por la calle El Lajiar encontramos la vereda, visible en maps.
La distancia hasta el Caletón Blanco es de poco más de un kilómetro. Nos tocó un día nublado.
El sendero es muy bonito, salpicado de veroles y tabaibas.
Lamentable. Siempre te encuentras con las huellas que dejan los ignorantes que estuvieron antes.
Seguimos un poco más y regresamos por la misma vereda.